martes, 17 de febrero de 2009

Entrevista a Miren Ripa

Miren Ripa Alberdi, bailarina de danza oriental

“Cuando bailo, me olvido de todo lo racional y me mezclo con la música”

“El baile es una forma de comunicación corporal donde se expresan sentimientos desde dentro”
“Egipto ha sido el pionero en desarrollar la danza del vientre: música, cine, baile…y yo he tenido la oportunidad de aprender allí”
“Desde que existe un instrumento, existe la danza, aquí y en cualquier parte del mundo”

Ya desde pequeña, Miren Ripa Alberdi, bailarina de danza oriental, sentía atracción por el exotismo de otras culturas. Esta navarra de 26 años ha conseguido, poco a poco y con esfuerzo, ser la directora de la escuela de danza Albalá, en la que, junto a otras dos profesoras, enseña danza del vientre. Pero también ha conseguido encontrar su hueco, más que merecido, en el mundo de la danza oriental. Cuando suena la música, ella se mezcla con el ritmo para expresar todo lo que siente.

- Para empezar, una pregunta creo que obligada para cualquier bailarina de cualquier estilo de baile… ¿qué es la danza para usted?
- Para mí, la danza es una forma de expresión, una forma de conectar con mi interior, una forma de despejarme, de distraerme. El baile es una forma de comunicación corporal donde se expresan sentimientos desde dentro. Pero, sobre todo, es una manera de disfrutar. Para mí la danza es una herramienta muy importante para expresar sentimientos, momentos de la vida. Cuando bailo, me olvido de todo lo racional y me mezclo con la música, pasa el tiempo sin darme cuenta.

- ¿Cuál es el origen de la danza del vientre?
- Tiene orígenes inciertos, pero se sabe que nació en Oriente. Los egipcios dicen que ya se bailaban en la época faraónica danzas para la fertilidad, para las buenas cosechas…pero no se sabe si era danza del vientre u otro tipo de baile. Desde que existe un instrumento, existe la danza, aquí y en cualquier parte del mundo.

- ¿Cómo describirías la danza del vientre? ¿Qué diferentes tipos o estilos hay? ¿Qué opina de nuevos estilos que están apareciendo ahora, como el tribal (fusión)?
- Lo que la diferencia de otros tipos de danza es la música. Se utilizan instrumentos diferentes a los ritmos occidentales, instrumentos antiquísimos. Es una danza muy femenina, mágica, hipnotizadora, abre los sentidos. La música evoca misterio, este baile es de tiempos antiguos, es como una danza ritual que hace la mujer. Dentro de la danza del vientre, hay estilos de fantasía, bailes con espadas, con velos, con candelabro, con crótalos, con castañuelas, estilos folclóricos…En América ha comenzado a extenderse un estilo tribal, que coge movimientos de la danza del vientre, y en grupo hacen coreografías, se van rotando. Dentro de ese estilo hay fusión: hiphop con danza del vientre, funky con danza del vientre, latino oriental, flamenco oriental…la danza del vientre se va desarrollando poco a poco, y estos estilos ayudan a ello.

- Resulta curioso que en los países donde es originaria la danza del vientre no está demasiado bien vista y, sin embargo, aquí hay bastantes escuelas que lo enseñan.
- Las mujeres han utilizado la danza para sentirse más poderosas. El tema del “destape” no está bien visto por el Islam, y menos de cara al público de fuera, los turistas. Ha habido épocas en Egipto en las que había leyes que prohibían a las bailarinas mostrar la tripa. Es curioso, porque todo el mundo en las bodas contrata a bailarinas de danza del vientre. Pero no les gusta que sea su hija, por ejemplo, quien desempeñe este trabajo. Pero hay profesionales en Egipto que sí valoran esta danza y que ayudan a que ésta tenga ese papel que se merece, no como una danza sexual, sino como otra más, igual de respetable que todas. En Occidente está bastante más respetada. Sí hay gente que no la conoce, pero es una danza que impresiona. La mujer baila con su feminidad, utiliza sus técnicas para bailar. Bailas para ti y lo ofreces hacia los demás, no tiene nada que ver con lo sexual. Sí es sensual y provocativa, pero como lo pueden ser también otros bailes, como el baile latino.

- Es una danza muy femenina, pero también hay hombres que la bailan. ¿Qué diferencias hay entre un bailarín y una bailarina de danza del vientre? ¿Pueden, a pesar de ser diferentes corporalmente hablando, hacer los mismos movimientos?
- Dentro de la danza oriental, existe la danza del vientre y el folclore. Este último tiene ciertos movimientos que mueven la zona de la pelvis, movimientos que hacen también los hombres. La danza del vientre sí puede ser más femenina, pero también hay hombres que la bailan, e incluso que la enseñan en escuelas. Sin embargo, en los países donde es originaria, suelen bailarlo más las mujeres. De todas maneras, en las bodas u otras ceremonias, bailan ambos. Allí, los hombres no tienen ese pudor que tienen aquí al bailar. En cuanto al movimiento, el hombre y la mujer son muy diferentes, pero, a pesar de ello, los hombres pueden llegar a bailar muy bien. Incluso hay hombres que se disfrazan de mujer y bailan como si lo fueran, porque las mujeres no pueden bailar frente a los turistas, por ejemplo.

- ¿Cuál cree que será el futuro de la danza del vientre? Porque en los últimos años han ido aumentando los adeptos a este baile…
- Yo creo que tendrá rachas. Como hubo una racha de bailes latinos, de sevillanas…ahora creo que se está calmando más, ha habido momentos que ha sido más boom, con el fenómeno Shakira por ejemplo, pero yo creo que va a seguir creciendo, porque cuanta más revolución hay en el mundo, más publicidad habrá, más gente que lo pruebe. Yo creo que tendrá un sitio importante de cara al espectáculo, tan importante como puede tenerlo la danza clásica o cualquier otro tipo de danza.

Su experiencia personal
- ¿Cómo y cuándo comenzó usted en la danza? En concreto, ¿cómo conoció la danza del vientre?
- Desde pequeña siempre me ha gustado participar en actos y celebraciones de muchos tipos, me gustaba disfrazarme, maquillarme: el espectáculo, cambiar un poco mi imagen y convertirme en otra persona. En cuanto a la danza del vientre, empecé con 17 años. Siempre me ha gustado conocer otras culturas más exóticas, la cultura árabe, la cultura india…una amiga me dejó una cinta de danza del vientre y no paraba de escucharla. Vi un cartel en la calle de un curso de danza del vientre, que apenas sabía qué era, y me apunté. Empecé en un centro de Pamplona, y la danza me ayudó a favorecer mi autoestima, a valorarme más. Ese mundo me atrajo, pero en esos momentos había muy pocas escuelas de danza oriental para aprenderlo bien, así que me fui a Madrid a dar clases en las escuelas que había. Gracias a eso, en la capital conocí a gente muy importante en el mundo de la danza. Por otra parte, también he viajado por Egipto, donde me he documentado y he adquirido buena parte de esa gran cultura y he recibido clases de grandes bailarines. Egipto ha sido el pionero en desarrollar la danza del vientre: música, cine, baile…y yo he tenido la oportunidad de formarme allí.

- Tiene una escuela en Pamplona, ¿desde cuándo?
- Sí, se llama Albalá. La creé en 2003. A raíz de estar en una escuela, donde llevaba 2 años, estuve bailando en el restaurante árabe de Pamplona. Me fue gente a ver, y me ofrecieron dar clases. Pero decidí creer mi propia empresa, que ahora vamos a ampliar un poco más. Los comienzos fueron un poco duros, hay que hacer publicidad, anunciarse para que la gente conozca la escuela… Pero mereció la pena el esfuerzo, porque esta es mi segunda casa.

- ¿Cuáles son sus inspiraciones a la hora de crear coreografías?
- La inspiración viene en un momento específico. A veces intentas montar coreografías y no te surge nada. Depende del momento. Conectas tanto con tus sentimientos que te inspiras; a veces de los peores momentos, de los momentos más melancólicos, salen las mejores coreografías. A la hora de crear coreografías, intento poner mi sello, mi estilo personal, sin inspirarme en otros estilos o bailarinas. He dado muchas clases, he visto muchos vídeos…y no quiero copiar, quiero tener mi propio estilo.

- Cosas buenas y malas de la danza oriental.
- Entre las buenas, las ya mencionadas: te ayuda a sentirte mejor como mujer, a distraer la mente, a favorecer tu autoestima, a valorarte a ti misma, a aceptarte como persona… En cuanto a las malas, si es que habría que destacar alguna, sería el cansancio cuando das demasiadas clases o trabajas demasiado y no tienes tiempo para descansar. También destacaría las envidias entre unas bailarinas y otras, aunque yo creo que la envidia es normal entre las bailarinas, siempre existirá. Envidiarse puede ser consecuencia de cierto momento de debilidad, no valorarse, querer ser como otra. Cada una tiene un espacio en este mundo en el que expresa todo lo que siente, y puede tener su pequeño sitio donde poder bailar. Intenta ser tú misma y no dejarte llevar por esos momentos de bajón, ser buena persona, aceptarte, llevarte bien con las demás bailarinas. La mejor meta es estar bien con una misma. Habrá personas a las que gustarás y personas a las que no gustarás, pero nadie es mejor que nadie. Hay que seguir bailando, que es lo que nos aporta felicidad.

- ¿Hay que tener talento o todo se puede aprender? ¿Se necesita algún tipo de preparación física para bailar danza oriental?
- Por una parte es importante una técnica que te valga para poder interpretar. Que tu cuerpo tenga soltura con esa técnica. No tener miedo, estar abierta, tener desparpajo, no tener vergüenza. En cuanto al físico, no hace falta ninguna preparación. Cualquier mujer, sea pequeña, mayor, delgada, más ancha, puede bailar. Sólo hace falta tener ganas y probarla.

- Al bailar este tipo de danza, se expresa y se siente mucho. ¿Es reflejo de lo que sientes, o es una manera de actuar depende de la canción bailada?
- Es una mezcla de ambas cosas. Es una forma que utilizas para expresar melancolía, alegría, cualquier sentimiento que pueda expresar el ser humano, lo expresas con tu cuerpo. Es una mezcla de lo que tú sientes, y de lo que recibes de lo que te evoca esa música. Soltar, mover, expresar…

- Un consejo para las que quieren llegar a ser alguien en el mundo de la danza oriental.
- Seguir. Dicen que las bailarinas tienen que mantenerse y trabajar, bailar mucho, escuchar mucha música árabe, dominar los movimientos, estudiar los estilos, los instrumentos. La cultura también es muy importante. Saber la cultura de los árabes, su forma de vivir, de sentir, convivir con ellos. En Egipto son gente muy alegre, no tienen vergüenza de bailar, de bromear, son gente muy especial. Me gusta ese choque cultural. Culturas tan básicas, tan normales. Aprendes mucho en esos viajes que haces, sobre todo estar por los pueblos, ver cómo viven.

- ¿Cómo animaría a la gente a que se decidiese por probar este baile?
- Si no pruebas no puedes saberlo. Viene muy bien para hacer ejercicio, para trabajar esa parte femenina, sensual, para que la exploten. Para sentirse más coquetas, mejor consigo mismas…para que hagan ejercicio, salgan, se relacionen con la gente, se distraigan de la vida en general. Hay que probarlo.