Mentiras*

¿Cuánto tiempo atrapada entre estas rejas? Y yo pensando que estaba libre...siempre he pecado de ilusa, pero nunca he querido verlo. Eso de creerme la historia del príncipe azul ha concluido con la muerte de la princesa. Y la gente sigue pasando por la calle, sin apenas mirarse, saludarse...y cada uno a lo suyo, en su burbuja de malos recuerdos, malas experiencias, problemas... ¿cuándo aprenderemos que la vida es sólo una y hay que disfrutarla?

Y mientras mentiras, mentiras y más mentiras. Todo el mundo mintiendo. ¿Y para qué? He aprendido que, tarde o temprano, la verdad siempre sale a la luz. El problema es que no sé qué creerme. No sé si creer al político de turno dando su discursito, al economista diciendo que saldremos de la crisis, a ti diciéndome palabras (al parecer) desde el corazón... ¿Me mientes o te mientes a ti mismo? Ya no sé qué pensar de nada ni de nadie. Al parecer, en esta sociedad de hoy en día sólo puedes fiarte de ti mismo y de unas cuantas personas más, que puedes contarlas con uno o dos dedos de una mano.

Pero tranquilo, no volveré a molestar a nadie. Viviré yo, a lo mío, como hace todo el mundo. Me olvidaré de príncipes azules y buscaré, simplemente, a mentirosos enmascarados. Así seguro que todo me va mucho mejor.