lunes, 15 de noviembre de 2010

Mensajes de esperanza

MENSAJES DE ESPERANZA

El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca ha dado un paso adelante en la curación del cáncer de mama, descubriendo que mezclando dos medicamentos será posible la curación en 30 o 40 años de un tipo de cáncer de los más duros.

Pepa Pagola tenía 40 años cuando le diagnosticaron un cáncer de mama. Su caso fue especial porque a los 18 también había convivido con la enfermedad, cuando le detectaron un linfoma, otro tipo de cáncer. Por eso, vivió la noticia de una manera diferente: ya había pasado la quimioterapia, la radioterapia, ya sabía lo duro que era eso. “Cuando me diagnosticaron el cáncer de mama, era un bultito muy pequeño, me tuvieron que quitar el pecho porque, al haberme radiado ya antes la zona, no me podían volver a radiar. Entonces quitan el pecho por precaución”, explica Pepa. Recuerda que el shock fue muy grande, no podía creerse que tuviera otro cáncer, y de mama, con el choque emocional para la mujer que ello supone. ¿Tendrían que quitarle el pecho? Reconoce que, después de que el médico le dijera que el cáncer no le iba a matar, el aspecto físico fue su mayor preocupación. Entonces decidió que quería saber más información y acudió a la asociación Saray.

Saray es la Asociación Navarra de Cáncer de Mama, de la que Pepa es actualmente directora. Carol Huarte trabaja en la asociación desde su creación en 1996: “Lo que desde la asociación intentamos es acompañar a la mujer emocional y psicológicamente, porque al final el cambio es muy brusco, de la noche a la mañana te dicen que tienes un cáncer, con el choque emocional que eso supone”. Con este fin, tratan de aportar toda la información que pueden a las afectadas y a sus familiares. Para ello cuentan con un equipo muy completo, con una psicóloga que ayuda a las mujeres en todo el proceso y con un grupo de voluntarias que han pasado por lo mismo y quieren colaborar en que pasen el cáncer de la manera más fácil. También cuentan con cursos de teatro terapéutico y pilates, para la recuperación física de las mujeres. Porque, aunque una mujer que pase un cáncer de mama se recupere satisfactoriamente en poco tiempo, suelen quedar secuelas, emocionales pero también físicas, y eso es algo que también hay que apoyar y tratar. “Está el tema del linfedema, es una secuela que, al extirpar los ganglios de la zona axilar, el brazo se queda con menos sistema inmunológico, con lo cual tiene más riesgos a hincharse, a infectarse, y la mujer tiene que tener unos cuidados de por vida. No puedes levantar pesos, no te puedes cortar, quemar, no te pueden picar insectos porque cualquier cosita se te pueda infectar y eso provoca el linfedema. Esto puede afectar al trabajo de la mujer, por ejemplo. Cada vez hay más mujeres jóvenes que tienen muchos problemas para volver a trabajar”, explica Pepa.

Estudio esperanzador

Un estudio reciente realizado por el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC) ha descubierto que la combinación de dos medicamentos mata las células tumorales que provocan un tipo de cáncer de mama que corresponde al 30% de todos los cánceres de mama que existen. Este tipo, el que tiene un mayor nivel de la proteína HER2, es uno de los más duros y en él no funciona el tratamiento convencional. El investigador Atanasio Pandiella lidera el equipo de investigación. La combinación entre la Herceptina, anticuerpo que usualmente se le aplicaba a las mujeres con cáncer de mama, y el Sprycel, que se emplea en leucemia, provoca que el ADN de la célula tumoral se dañe”. Se ha probado con éxito en cultivos celulares y en ratones, pero el CIC ve con optimismo el uso en humanos. Se seleccionarán 40 pacientes y el estudio durará un año y medio y, si tiene éxito, tendrá continuidad con un grupo más amplio.

Las dos integrantes de Saray coinciden en que “es algo muy positivo que se avance en estas investigaciones”. Sin embargo, destacan que hay que recibirlas con “alegría pero con precaución”. Debe seguirse investigando porque no está todo hecho. Esta investigación se centra en un tipo de cáncer de mama específico y aún no está probado en pacientes. Por eso hay que alegrarse pero seguir luchando. Sí destacan que “el porcentaje de curación es muy alto, el 90% de las mujeres lo supera”, así que todo lo que consiga que ese porcentaje aumente será una alegría. Pepa recuerda que, hablando de la noticia con el cirujano Fernando Domínguez, del Hospital Virgen del Camino, éste le decía que había que transmitir en especial “mensajes de esperanza” sobre estas investigaciones, ya que es positivo que se siga investigando y estas grandes noticias aumentan la necesidad de estos “mensajes de esperanza”.

Por otra parte, Pepa destaca desde su experiencia que “las secuelas de la enfermedad son importantes, por los tratamientos, por la enfermedad, por las operaciones…, así que es necesario que se investigue también en esa línea. Cada vez hay mujeres más jóvenes, o mujeres trabajadoras fuera de casa… Entonces la dificultad para luego reintegrarse es mayor”. Y es que es un tipo de cáncer con unas connotaciones diferentes a los demás: perder el pecho, por ejemplo, afecta a la mujer porque es un símbolo de la maternidad, de la feminidad, de la sexualidad y eso es algo que afecta mucho psicológicamente. “Además, la mujer ha adoptado un rol de “cuidadora del hogar”, y cuando se le diagnostica cáncer de mama le afecta también psicológicamente, en lugar de cuidar de los suyos los suyos tienen que cuidar de ella y eso hace que se cree en ella una sensación de culpabilidad y de debilidad”. Pepa recuerda que cuando acudió a Saray tenía muchas dudas, y le ayudó mucho conocer a una socia que estaba pasando lo mismo que ella, pero dos meses por delante, así que conoció de primera mano cuál era el siguiente paso que iba a tener su enfermedad. “Yo vi que ella estaba bien, le pregunté mis dudas, y para mí supuso una gran ayuda, la mayor ayuda. Eso me tranquilizó mucho. Esa es precisamente una de las mayores ayudas que nos piden en la asociación: hablar con mujeres que han pasado por lo mismo. Una cosa es que te lo cuente el médico y otra muy diferente verlo tú con tus propios ojos”.

Pepa destaca el comienzo de todo como lo que más angustia crea. “No sabes qué va a pasar, cómo vas a quedar, cómo te va a quedar el pecho, no sabes nada, por mucho que te expliquen no sabes nada”. El médico le dijo que le preguntara cualquier duda que tuviera, así que miró en Internet, porque sentía que necesitaba tener mucha información. Y claro, en Internet vio de todo, y fue al médico con una lista de dudas enorme. Y su caso al final no resultó ser tanto como había visto en toda esa información sin contrastar. Pero cuando a alguien le detectan por primera vez un cáncer todo es desconocido. Pepa ya había vivido el linfoma en su juventud, y ya había vivido la quimioterapia. Sabía lo duro que era, y más cuando se la dieron a ella, hace 30 años. “Los efectos secundarios ahora son mucho menores de lo que eran antes. Pero es esa angustia, el informarte, la aparición del miedo, te planteas el miedo a la muerte.” Además, una vez pasado, el cáncer no se da por curado totalmente hasta después de, mínimo, 5 años. Por esa angustia “es muy importante la ayuda de la psicóloga, de la trabajadora social y de las personas que han pasado por la misma historia”. De hecho, la asociación se formó con la principal demanda de estar con más mujeres, no sentirse sola. “Bien es cierto que Saray lleva 14 años funcionando, y hace 14 años el sentimiento de soledad era mucho mayor”, añade Carol Huarte.

Pepa reconoce que el resto de la gente, los amigos y familiares especialmente, tienen una voluntad increíble, todos están ahí apoyando y ayudando, pero la buena voluntad de ayudarte y el saber ayudarte no tiene nada que ver. “Además, no sabemos pedir ayuda, pensamos en no preocupar a la gente, en que no nos vean mal. Y el resto de la gente hay veces que no te saben ayudar, solo intentan animarte. Y a veces lo mejor es que te dejen llorar y estar ahí a tu lado, pero llorar y desahogarte”. Pero es comprensible, no nos han educado en el sufrimiento y “es una situación muy complicada atender a alguien que está sufriendo de una manera tan fuerte”.

Ellas, desde la asociación, siguen luchando día a día por que las mujeres que pasan por esta situación puedan llevarlo de la mejor manera posible. Por eso, la próxima semana, con motivo del Día Internacional de Cáncer de Mama (martes 19 de octubre), y bajo el lema “Entre todos, seguimos avanzando – Guztion artean aurrera goaz”, han preparado un programa en el que habrá charlas informativas a cargo del doctor Jesús Zabaleta, ginecólogo del Hospital Virgen del Camino, de José J. Illarramendi, oncólogo del Hospital de Navarra y de Mº Antonia Ramos, genetista del Hospital Virgen del Camino. Además, pondrán mesas por varios lugares de Pamplona para recaudar dinero para la asociación, harán un café-merienda para los voluntarios que hayan participado en la cuestación y la socia Mº José Oraa presentará su libro “Células caprichosas”, en el que narra su vivencia ante el cáncer de mama. El programa finalizará con un evento de información-sensibilización el sábado 23 de octubre con la posterior “suelta de globos rosas”, color simbólico en la lucha contra este tipo de cáncer. Además habrá hinchables infantiles para los más pequeños. Más información sobre los actos en la página web de la asociación: www.asociacionsaray.com

El 8% de las mujeres sufrirá cáncer de mama durante toda su vida. Pero gracias a los avances médicos y a la detección precoz, el 90% lo superarán. Tanto Carol como Pepa ven el futuro con optimismo. “La medicina seguirá avanzando, confiamos en ello plenamente, a largo plazo pero avanzará, y la sociedad también está viendo con más normalidad la enfermedad, y eso es positivo para entender a las mujeres que lo están pasando”. El mensaje de esperanza es claro. Ahora sólo queda seguir luchando.

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